"El conocimiento, más que un medio para saber, es un instrumento para convivir.”
Daniel Innerarity: La Democracia del Conocimiento. Por una sociedad inteligente. Paidós, Madrid, 2011


"Ciertamente, no hay posibilidades de crecer, de mejorar, de promocionarse o de formarse sin esfuerzo, pero no con la voluntad de llegar a ser dóciles empleados, sino ciudadanos activos y libres."
Ángel Gabilondo, en "Un esfuerzo equilibrado",08.03.2012, El País.


sábado, 10 de marzo de 2012

Internet, la democracia y la participación

Leer a Daniel Innerarity es siempre un ejercicio muy recomendable.

Esta semana pasada publicaba en El País un artículo sobre internet y la democracia: "Desenredar un ilusión".

Eulogia Merle en El País


Especialmente oportuno puede ser en esta ocasión para quienes quieran hacer el trabajo sobre la primavera árabe y piensen, como alguna me ha adelantado ya, hacer alguna consideración sobre el papel de internet.

A quien esté interesado en profundizar en la cuestión de cómo internet cambia las relaciones sociales, políticas, internacionales, culturales, artísticas e incluso cómo cambia nuestra forma de pensar y trabajar, le quiero recomendar tres libros muy recientes que a mí me han gustado mucho:

- por supuesto el libro de Daniel que ya os he recomendado en alguna otra entrada y que preside, con una cita, la cabecera de este blog (sí, además de un gran pensador, Daniel es buen amigo... pero no tengo comisión por venta de sus libros). El libro es La Democracia del Conocimiento, en Paidós, 2011, y es algo bueno de verdad. No es de fácil lectura, requiere lectura atenta, pero la recompensa al esfuerzo es amplia.

- Contra el rebaño, del multifacético y sorprendente artista-tecnólogo Jaron Lanier. Publicado por Debate en 2011. Estoy convencido de que su lectura te haría cambiar algunas ideas preconcebidas que a veces damos por supuestas con demasiada facilidad sobre internet, la creatividad, el acceso a la información, la participación, etc.; 


- Superficiales, de Nicholas Carr, Taurus, 2011: ¿internet, más allá de sus infinitas virtudes y ventajas, nos está haciendo más flojos, inconstantes y superficiales en nuestra forma de pensar, estudiar y trabajar? Carr cree que sí y sus argumentos son muy sólidos, a mi juicio.

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