"El conocimiento, más que un medio para saber, es un instrumento para convivir.”
Daniel Innerarity: La Democracia del Conocimiento. Por una sociedad inteligente. Paidós, Madrid, 2011


"Ciertamente, no hay posibilidades de crecer, de mejorar, de promocionarse o de formarse sin esfuerzo, pero no con la voluntad de llegar a ser dóciles empleados, sino ciudadanos activos y libres."
Ángel Gabilondo, en "Un esfuerzo equilibrado",08.03.2012, El País.


miércoles, 22 de febrero de 2012

PRIMERA PRÁCTICA

Tenemos programada la primera práctica para el día 1. He solicitado la sala Hermano Gárate para ese día.

El texto principal, ya lo tenéis, es el primer capítulo del libro La Naturaleza de la Unión Europea, Civitas - Thomson Reuters, 2009. Su autor es el Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Castilla - La Mancha y actualmente Magistrado del Tribunal Supremo, Luis María Díez-Picazo. Tenéis ese texto colgado en internet, se trata del primer punto de este artículo.  Ya advertimos sobre cierto cotejo necesario, breve y muy concreto, pero importante, con el Tratado de Lisboa.

Para ampliar algunos argumentos, alguno podrá ojear algunos puntos del resto del artículo citado.

Podemos además comparar las ideas del texto propuesto como base, con las de otros autores, artículos o textos post-Lisboa. Por ejemplo, El Tratado de Lisboa (Un juego de espejos rotos), de Juan Manuel de Faramiñán Gilbert, donde dice:

"Por otra parte, resulta preocupante, como ha señalado Araceli Mangas Martín, que “reformas que introduce el Tratado de Lisboa confirman el notable escoramiento intergubernamental que ya tenía la nave constitucional encallada. El recorte más importante es la eliminación de la parafernalia constitucionalista para dejar al desnudo lo que realmente era aquella reforma: máximo control por parte de los Estados y reforzamiento de éstos en el sistema institucional (...)"

"...Si las cosas han llegado a este punto, aprovechemos, entonces, otro artículo que también se incluía en el Tratado Constitucional y que se mantiene en Lisboa. Me refiero a que el Estado que no esté de acuerdo con las reglas de base de la Unión Europea se autoaplique el artículo 50 que reza que “todo Estado miembro podrá decidir, de conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión”. Aunque se trata de una normativa que no me convence en absoluto, pues no estaba en las reglas explícitas del juego europeísta en los Tratados originales, y porque, en definitiva, es una manera de convertir a la Unión Europea en una organización internacional más y no en el modelo de integración comunitaria sobre el que se amasaron las Comunidades Europeas de entonces, es al menos es una puerta de salida honrosa..."

En EL TRATADO DE LISBOA (UN JUEGO DE ESPEJOS ROTOS), de Juan Manuel de Faramiñán Gilbert, Catedrático DIP de la Universidad de Jaén, en Revista Electrónica de Estudios Internacionales, Nº 17, 2009.
En todo caso, podéis remitiros a la "versión oficial", la de la página web de la Unión Europea, cuando se pregunta ¿se crea con el Tratado de Lisboa un "superestado" europeo?... y se responde:

No. El Tratado de Lisboa es un compromiso internacional suscrito y ratificado por Estados miembros soberanos que deciden compartir parte de su soberanía en el marco de una cooperación supranacional. En su texto se reconoce que la Unión refleja la voluntad de los Estados miembros y sus ciudadanos, y que las competencias de la UE emanan de dichos Estados.

El Tratado no modifica la naturaleza básica de la UE, sino que introduce importantes innovaciones institucionales que hacen posible una Unión más sólida y eficaz, sin que ello vaya en detrimento de los Estados miembros. Al contrario, la UE complementa la actuación de éstos cuando no pueden lograr sus objetivos por sí solos.

Ver: http://europa.eu/lisbon_treaty/faq/index_es.htm#19
Podéis vosotros mismos buscar otras fuentes... y en ese caso, citarlas, claro.
En todo caso, tranquilidad. Mucha tranquilidad. No se trata de tener mucha información, ni de leerlo todo, ni de acumular textos o documentación. Se trata de intercambiar unos pocos argumentos, pero que tengan sentido, sean sólidos, se entiendan bien y estén bien expresados y presentados. Mejor decir menos pero bien dicho, con fundamento, que pretender decir mucho pero sin sentido. Exponed únicamente argumentos, por favor, que previamente hayáis entendido bien. El año pasado esta misma práctica salió muy bien. Ánimo.

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